dimarts, 4 d’octubre del 2011

The Black Swan



Dicen que una vez en la vida aparece una persona con la que está escrito que debes estar. Todo es fantástico, cuerpo y espíritu en equilibrio. 

My thoughts...
My destiny...


Esto no va a ser una carta de un alien para un cerdo, ni una elegía, ni nada parecido.

Es el canto de un cisne antes de morir. Es la historia de un cisne mientras aún estaba vivo. 

Ellos se conocieron por casualidad, pero todos sabemos que las casualidades no existen, verdad? En su historia habían demasiadas. Estaba llena de serendipia. Dos almas gemelas que se encuentran a través del tiempo, del mar...

Primero fueron amigos, porque la amistad es la base de una relación. Compartían pensamientos, gustos, la forma de ver la vida y también secretos inconfesados e inconfesables.

Algo más fuerte que ellos los unía.

Discutían y peleaban, porque los caracteres opuestos se atraen, pero cuando chocan, con la explosión se forman nuevas galaxias.

Y a pesar de todo, no podían estar mucho tiempo el uno sin el otro. 

Hasta que ambos se dieron cuenta de que había algo más. Algo que ninguno de los dos se atrevía a confesar por miedo. 

Pero finalmente su amigo obligó al cisne a decir lo que él sentía, y a partir de ese momento empezó algo maravilloso, algo grande que se había forjado en las estrellas.

Ellos se dijeron "te amo" de muchas formas, con palabras y con hechos. 

Hicieron planes, construyeron sueños de futuro en común. Uno de negro y el otro de rojo. Querían viajar por el mundo, descubriendo otras culturas, descubriéndose mutuamente. 

Ellos se amaban...

El cisne tenía miedo, tenía dudas, pero se armó de valor, porque el riesgo valía la pena, aunque él perdiera sus alas. 

Creyó haber encontrado, por fin, aquello que tanto había deseado, que tanto había anhelado tener. Un compañero con el que volar al infinito, con el que imaginar, compartir, soñar. 

Las fantasías se sucedían: Sentados en la hierba, una boda en un parque, una bienvenida, el primer beso...

Reían y apostaban sobre las reacciones del otro...

Su compañero le sorprendía continuamente, unas veces para hacer que se sintiera el cisne más especial y feliz del mundo, aunque otras lo trataba con inusitada dureza.

Y poco a poco se acercaba el día en que debían volar juntos...

Hace pocos días ellos tuvieron una desagradable discusión y el cisne sintió que algo se había roto, aunque intentó recoger los pedazos y pegarlos como pudo. 

El cisne necesitaba reposo y decidió viajar hasta un lago próximo para recuperarse unos días, pero enfermó. Se sentía solo y cansado sin su compañero, así que le avisó para que se reuniera con él. Pero su compañero no quiso volar a su lado. Le dijo que alguien le había contado que no era un cisne, sino uno más del resto de la bandada de patos, que nunca más iban a estar juntos y que olvidara que lo había conocido porque él iba a emigrar a tierras más cálidas y a encontrar un cisne de verdad.

El cisne intentó hablar, razonar, expresó todo lo que sentía en un lamento triste, pero no sirvió de nada. Se quedó sin saber por qué el que hasta ese momento había sido su destino se deshacía de él de la más cruel de las formas. 

Sintió un dolor agudo en su pecho, no podía respirar.

Se alejó de los otros cisnes, solo volaba, volaba a todas horas, intentando olvidar el tiempo en que su compañero estaba con él.
Dejó de comer, dejó de dormir, su cabeza estaba llena de recuerdos, de frases, de imágenes...

Te amo...

Por qué él le había dicho esas palabras si no las sentía?
Por qué todo se había roto de repente?
Por qué se fue sin ninguna explicación?
Por qué hizo caso de lo que otros habían explicado?
Por qué tanta crueldad?
Por qué?

Una noche el cisne empezó a cantar. Fue entonces cuando yo lo descubrí.

Entre sollozos me contó su historia.

Cuando terminó el relato la luna iluminaba sus blancas alas, cantó su bella melodía y murió ante mis ojos.

El cisne me dejó un mensaje, que yo debo dar a su compañero si él alguna vez vuelve: Ella va a estar siempre aquí para ti. 

Los cisnes solo aman una vez en la vida. Pueden decir muchas veces "te quiero", pero solo una vez "te amo".

Ese "te amo" siempre será para él. 

Cuando miro a las estrellas, creo ver al cisne volando por delante de la luna, y a veces, solo a veces, adivino una sombra volando a su lado.

Quiero imaginar que el destino los ha reunido de nuevo, porque el destino no va a permitir que nadie cambie lo que está escrito y él escribió un final feliz para los dos cisnes. 


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4 comentaris:

Syria ha dit...

Hermoso aunque triste , no puedo evitar sentirme identificada con ese cisne es como si hablara y contara lo que yo he vivido , quizas seamos mas de los que nos pensamos .... un besito wapa ♥

Χάος ha dit...

Supongo que hay muchos, aunque la mayor parte no lo cuenta...
Un beso preciosa

panocha ha dit...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

panocha ha dit...

era en precioso cisne, solo que no supo apreciar su hermosura