dimarts, 7 de març del 2006

Ocaso


Por qué los colores me afectan tanto últimamente?

Hoy el ocaso abarcaba toda la cromatografía del espectro. Por un lado, amarillos, rosas y violáceos en un cielo azul pálido sobre el que se perfilaban unas pocas nubes gris-lila que parecían recortadas y pegadas. Al otro, el añil lo dominaba todo, unas notas de azul cobalto resaltaban al fondo y por debajo los verdes, marrones y ocres.

Los hay que piensan que soy una especie de pedrusco sin sentimientos ni corazón, algo que camina, se mueve y respira por inercia. Mi mayor deseo sería poder darles la razón. No desear, no pensar, no añorar, no sentir nada de nada.
Pero como no es así, pues me distraigo contemplando la luna, los paisajes, inventando historias que siempre acaban bien y pasándolo lo mejor posible.
Como dice Ben Harper, rosas para mis amigos y piedras para mis enemigos. En el riñón, a poder ser.
Vaya por delante que no soy supersticiosa pero, las cosas como son. Alguien que no me quería nada en absoluto me regaló un anillo y, quizá por empatía con su legítimo dueño, cada vez que me lo pongo paso un día desagradable. Desde que llevo el swatch no tengo esa sensación, puede que porque sé que quien me lo regaló me quiso mucho aunque haya pasado a la historia. Al menos sé que esa persona desea que sea feliz. Tal vez si me decidiera a tirar al container todos los bártulos que me dan malas vibraciones...
Los párpados pesan, se cierran despacio, enviándole ondas a mi cerebro, comunicándole que es hora de dormir.
Ryuichi Sakamoto - Forbbiden Colors - bso "Feliz Navidad Mr. Lawrence"