dimecres, 1 d’octubre del 2008

Virus

Cómo me soliviantan esas perchas traidoras! Parecen muy modositas, ahí sin hacer nada, pero no te fíes, se les escapa la risa pensando en formar un lío de órdago a la que quieras coger tres de ellas al mismo tiempo. Si lo sabré yo, que faena he tenido para colgarlas en el armario sin que se me volvieran locas. Ellas, no yo; yo quizá también, pero ahora no toca hablar de mis rarezas.

Aunque hablando de cosas raras... Mi amiga folclórica me regaló un trozo de masa de un pastel cadena. Que no sabía yo que además de los famosos power point que si no los envías a doscientos treinta y cuatro amigos en la siguiente media hora, además de caerte las siete plagas de Egipto todas juntas te aparecerá un grano en la nariz que te durará tres semanas y un día, existían las tartas que te conceden fortuna y salud. En fin, que ese trozo de masa viene de otro trozo de masa y ese de quién sabe cuando y dónde, con lo que seguro lleva tal cantidad de gérmenes que, si te paras a pensarlo, no lo harías. Pero luego piensas que al meterlo en el horno vas a finiquitar a cualquier bicho que haya sobrevivido tanto tiempo, y hasta queda bueno y todo, fíjate tu. Y claro, tu también tienes que dar un trozo de esa masa (antes de cocerla) a tres incaut@s que seguirán la cadena y como nadie la acabe puede seguir y seguir hasta el día en que el colisionador de hadrones nos mande a todos a la estratosfera.

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Y es que una es muy suya con esto de la higiene, y lo del agua bendita tiene su enjundia también, porque si te paras a pensarlo un poco, no tienes ni repajolera de quién habrá metido los dedos dentro de la pila ni si los llevaba limpios o se acababa de meter el dedo en una oreja llena de cerumen, por pensar en lo menos repugnante de todo lo que se puede uno imaginar.

Así que cuando vaya a besar la piedra de Blarney (la que según cuentan te concede el don de la elocuencia; aunque digo yo, si ya lo tienes, te da más? te lo quita como santa Rita?) me llevaré el pronto y el paño o en su defecto un cleenex para no andar besuqueando nada que contenga microbios, no se me vaya a contagiar un herpes o cualquier cosa peor, como la idiocia de algunos.


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Discover Iron Maiden!

6 comentaris:

Kativa ha dit...

Sorprendido me has!!! Maiden en tu blog!!!

Debe ser el pastel que te está haciendo efecto .... ;P

La amiga Folklórika

Scott St. James ha dit...

No sabia de la existencia de estas pelotillas víricas, tal me las imagino, me dan mucha grima.

Hombre, y los Maiden, genial! Por cierto, en Francia vi mi primera Doncella de Hierro auténtica y real, el chisme que bautizó al grupo en cuestión, y no dejaba de pensar en los pobres diablos que metieron dentro en su día.

Kaos ha dit...

Querida amiga folclórica,

No sé si el pastel está "causando efecto", pero como todo lo que está sucediendo sea obra de la jodida tarta, voy apañada. Con lo bien que estaba yo sin esas cosas...

Kaos ha dit...

Scoot, mon cher, no sabías que existen los gérmenes y los virus? Dónde estabas metido mientras emitían "Érase una vez el cuerpo humano"? Pero tranquilo, que hay algunos que son inocuos. :)

Creo que todavía tengo una doncella de estas en mi sala de torturas...

Scott St. James ha dit...

bueno, con lo de la pelotilla me referia a la tarta o trozo de tarta esa que pasa de mano en mano.
lo de la sala de torturas me intriga, veo que la tienes bien equipada...

Kaos ha dit...

Lo de las pelotillas víricas o tarta, va a convertirse en la próxima arma de destrucción masiva, y si no, al tiempo.

Equipamiento? el que quieras: cuna de Judas, péndulo, potro, rueda... pero la mejor tortura, sin duda, la psicológica.