dilluns, 21 de desembre del 2009

The Cable Guy



Llevo días escuchando al hijo de los vecinos tocar el mismo villancico con la flauta. Os digo por dónde he pensado que podría meterse el instrumento? Creo que no hace falta. Por poca imaginación que tengáis podéis visualizarlo con todo lujo de detalles.

La vida te da sorpresas, es sueño, una tómbola, bella, una aventura, corta, un carnaval... hasta una recalcitrante pesadilla según cómo.

Llevas toda la mañana dejando tu casa como los chorros del oro, has quitado el polvo, barrido, fregado, dado la vuelta al colchón (ahora tienes una luxación nueva en la espalda), cambiado las sábanas, fregado los platos, tendido un par de lavadoras (mira que pesan cuando las tienes que subir hasta el terrado!) y, a punto de prepararte la comida, decides meterte bajo la ducha para así poder pasar una tarde tranquila y relajada sin nada mejor que hacer que lo que realmente te apetezca. Preparas la ropa que te pondrás, las toallas a mano, el calefactor encendido (aunque es imposible calentar nada con dos gatos chafarderos que, a la que ven una puerta cerrada deciden que como mejor está es abierta). Lista? Pues adentro!. Y allí estás tu, con el agua cayéndote por la espalda cuando de pronto empiezas a notar que lo que antes estaba caliente empieza a ser un chorro helado...

Por qué diablos siempre se acaba la jodida bombona de butano cuando estás en la ducha?????

Pero ya estoy aquí, he merendado más que comido y me acompaña mi taza de te y una buena conversación sobre licencias de armas, el código de las mismas y divertirse con la guardia civil, lo que me ha llevado a recordar que no soy mala tiradora, que mi tío me enseñó hace muchos años a disparar y que mejor no dejarme andar suelta con nada que pueda causar daños irreversibles, porque si con un simple desgrapador ya soy peligrosa, imagináos lo que podría llegar a hacer con una Glock 9mm Parabellum

Si armada sería una amenaza para el resto de la humanidad, la mayor amenaza para mí misma es la manía de acaparar cosas en plan industrial, como cuando vas de compras al Makro vamos, lo malo es que no me abastezco de comida, bebida u otros enseres a los que se les puede dar un servicio más tarde o temprano, no. Yo acumulo enajenados, sea del tipo que sea. Obsesivos, mentirosos, sádicos, esquizofrénicos, neuróticos, paranoicos, maniaco-depresivos... Van en packs de 6 ó de 12, a gusto del consumidor así que, de cara al nuevo año, me propongo no pasar más por los estantes donde los tienen expuestos, no sea que se me caiga alguno más en el carro de la compra.


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