dijous, 4 de gener del 2007

Buscando a Nemo

Estamos de paso en este mundo. Tal vez por eso hace seis años que sigo sin abrir las cajas de libros que habitan debajo de la cama. Son ejemplares que no he tenido el valor de leer más de una vez, como ese tostón en dos tomos de Maxence Van der Meersch; luego se quejan de Guerra y Paz.

Noche de luna llena, de la diosa de las brujas y de la magia, la que aconseja tanto a vivos como a muertos. De la única con poder para conceder o negar lo que solicitaban los mortales. Noche de oscuras visitas, de inaudibles llamadas, reptando en las sombras para sacar de sus madrigueras a los temerosos. Miedo a qué? a quién? Tanto cobarde y tan poco tiempo para darle sentido a todo.

Nada, que desde que regué accidentalmente el teclado, la letra l sigue quedándose enganchada, y eso que hasta lamí la tecla para quitarle los restos de bourbon...
Sorprendido me han las sábanas térmicas. Ya no tengo que estar subordinada al pijama, cosa que me molestaba enormemente pero hasta ahora venía haciendo debido al frío polar. Si tuviera al inventor de semejante maravilla delante, le besaría.
Cuando he escuchado el comentario esta mañana en Happy Books no me lo podía creer. Personalmente, la obra de Patrick Süskind no me gustó nada cuando lo leí, pero que alguien vea el libro y con cara de extrañeza pregunte: " éste no es el de la película?" ya me parece demasiado.

Como cantaba Julio Iglesias, la vida sigue igual y yo añadiría que el hatajo de incultos crece día a día.
Ra les pidió en su carta a los reyes magos algo para mí, pero le mandaron una misiva donde alegaban no sé qué sobre la paz para negarse a traerme una valla electrificada y minas antipersona...
Mi estado premonitorio sigue en funcionamiento. Si la lotería del niño acaba en lo que le dije ayer a mi tío, dejará de creer en casualidades. Y es que las casualidades no existen. Cuando aparecemos en la vida de alguien, o aparecen en la nuestra, es por algo. A veces dejamos historias incompletas, como también pasa con algunos libros, donde quedan preguntas en el aire, pero para unas y otros tengo puesto un punto de libro en el lugar donde corresponde a la última página escrita, a la espera de terminarlos de alguna forma; si puede ser, con un final que me parezca plausible porque, ya se sabe, conmigo no sirven las medias tintas, siempre exijo respuestas para todo, no sea que vaya a malinterpretar algo.
"puedo avanzar atrás
pasar del porvenir
cuadrar un círculo
llegar al infinito
y demostrar que dos por dos son tres"
Creo que mejor te digo adiós - Hilario Camacho
PD: Para tod@s l@s Dori que habitan el planeta