dijous, 1 de març del 2007

For whom the bell tolls


Si lo primero que te viene a la cabeza en cuanto abres los ojos es una canción de John Lennon que habla de la navidad, es que algo va muy mal en tu pequeño mundo.

Para compensarlo, me he puesto el nuevo cd de Carla Bruni.

Nunca más he vuelto a decirle a nadie que era asquerosamente afortunado desde que él murió. Por qué hoy me viene a la memoria? Era la frase con que le hacía dejar de quejarse por nimiedades. Invariablemente me preguntaba el porqué y siempre le respondía lo mismo: hijos adorables, una persona que te quiere, te cuida y que haría cualquier cosa por tí, amigos que se preocupan, sin problemas económicos, haciendo lo que le apetecía... Sé que era feliz. Tenía ese brillo en los ojos del que vive sabiendo que todo es perfecto en su pequeña parcela mundana. Y de repente, la burbuja estalla y solo queda un hilillo de humo donde antes había un universo, diseminándose por doquier, como el mercurio de los termómetros, imposible de unificar una vez sale de su receptáculo. Retuve esa última mirada de reconocimiento, de aceptación. Añoro su voz y su risa.

Es mucho más fácil dejar salir a alguien de tu vida cuando sabes que quizá, algún día, volveréis a encontraros. Con la certeza de que nunca más tendrás la oportunidad de hablar, llorar, reír, besar o abrazar a esa persona la vida se te hace un poco más cuesta arriba. Te preguntas como vas a continuar si te falta una parte de tí mismo, si sabía lo importante que era, si le habías demostrado lo suficiente cuanto le querías.

Fue desde su pérdida, inesperada y terrible, que reajusté mi comportamiento hacia la gente a la que quiero. Manifestarles lo mucho que significan, mi preocupación y mi cariño. Solo por si es la última vez que les veo.

Solo después de la muerte es demasiado tarde.

... Here comes that sun again.
that means another day without you my friend.
And it hurts me to look into the mirror at myself.
And it hurts even more to have to be with somebody else

Who wants to live forever - Queen