dimecres, 27 d’agost del 2008

Pi: Faith in Chaos

Es interesante mirar estadísticas. Saber que te leen en Japón o Tasmania, que entran en tu blog porque un día hiciste la reseña de un libro sobre bdsm y Domina Zara te ha puesto un link en el suyo, descubrir que existen otros navegadores además de los archiconocidos explorer y mozilla, la cadena de palabras buscada, en definitiva datos, datos y más datos de los que me gusta almacenar no sé bien por qué motivo.

El lunes pasé mi primera noche en solitario en el nuevo piso. Solitaria del todo, porque mis adorables mininos todavía están en el antiguo a la espera de adecuarles convenientemente la terraza para que no caigan barandilla abajo cuando les dan los cinco minutos locos.

Nuestros escarceos con la electricidad han acabado francamente mal. Bueno, no tanto si tenemos en cuenta que los enchufes todavía funcionan gracias a los fusibles, pero interruptores ni uno. Es espantoso comprobar lo clasista que soy de forma totalmente inconsciente. Tengo amigos abogados, médicos, directivos, másters en económicas, psicólogas, funcionarios, ingenieros, astrónomos, periodistas, informáticos, profesoras, pintoras, (de cuadros, no de brocha gorda), filósofos, contables, enólogos y enfermeras; un lindo elenco pero, por qué diablos no me habré relacionado nunca con electricistas?! con lo bien que me vendría ahora. Mi reino por uno quizá no, pero igual estaría dispuesta a ofrecerle mi cuerpo si fuera capaz de ganarles la partida a los cables y el diferencial.

Me gustaría ver a los idiotas que se saltan los ceda solo porque ven una moto y piensan -ya se apartará- si hubieran osado hacer lo mismo cuando iba al volante del Volvo. Cuanto añoro a mi kamikaze. Ups! le puse nombre, yo que me cachondeo de María por bautizar a todos los objetos inanimados de su vida... que conste que negaré haber escrito esto.

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Con esta canción que he descubierto hoy, me apetece volver a tocar la guitarra.



Discover !

2 comentaris:

Gattaca ha dit...

Tantos días juntas y ni una sola vez nos hemos visto tentadas de sesión de guitarras... Si que estabamos liadas!
Entiendo que como no tengo un estatus social memorable no soy de tu agrado?¿ ^^

Kaos ha dit...

No solo estábamos liadas trajinando paquetes y pintura sino que mis uñas se parecían más a las de vampirella que a las de John McLaughlin, con lo que si hubiera tenido una guitarra entre las manos habría sonado más a chirrido infame que a acorde armonioso.

Ja,ja,ja, estatus social memorable? me olvidé de poner que también conozco técnicos en bombillas, aprendices de todo, maestros en nada, vividores del cuento y gente sin oficio ni beneficio.

No solo eres de mi agrado sino que estás en la lista del Top Ten, no en vano has sido mi esclava Isaura durante una semana... ;)