dilluns, 22 de setembre del 2008

The Usual Suspects




Después de esperar el tren durante media hora en Castefa, quince minutos en Sants para que llegara el autobús que me tenía que llevar hasta Sagrada Familia, atravesar una ciudad saturada de obras, otro rato largo esperando al transporte público que me dejaría en el Forum, amén del recorrido pertinente (salí a las diez de casa para llegar casi a las dos a mi destino final), descubrí porqué no soporto los transportes públicos, porqué me desplazo en moto y porqué me siento tan orgullosa de haberme comprado una nueva.

Que ponga una foto de la adquisición que he hecho? Pues no, porque solo de pensar en el rótulo "mi moto y yo" me acuerdo de Marco, de su mono Amedio y me visualizo con la moto cargada al hombro, lo que sería completamente pernicioso para mi salud a no ser que tuviera el lanzamiento de árboles como hobby, pero no es el caso.

David sabe cómo hacer feliz a una mujer... todo depende de con qué se sienta una feliz, por supuesto. A mi me hizo la más dichosa de las féminas,cuando me dejó funcionando el calentador y la cocina. No es coña, no. Sabéis lo que es no poder cocinar ni ducharte con agua caliente durante semanas? Pues nada, a probar lo que supone de buena mañana un buen chorro de agua helada taladrándote la melena y cayendo por la espalda; te despeja de golpe, os lo aseguro.

A veces las conversaciones metafísicas acaban de la forma más cómica. De la pregunta "quien creó a dios"? (a cualquiera de ellos), hasta elucubrar si el ratón blanco arborícola que ha hecho del pino de delante de mi casa su hogar, podría ser un híbrido entre rata vulgaris y el conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas, solo median dos botellas de agua mineral, la nocturnidad y tres mochales dispuestas a mantener y tener ideas de este tipo.

La resaca de agua, tabaco y pocas horas de sueño se cobró justa venganza al día siguiente.

Este fin de semana subí al camping. Yo me las prometía muy felices y relajadas, pero empecé con una abeja colándose dentro del casco y el consiguiente susto. No me picó, porque entre el casco talla xxs y las gafas de sol a lo Martirio poco espacio le quedaba al bicho, pero la primera reacción, por mucho que te enseñen en la autoescuela, es dar manotazos y si en coche ya es peligroso de por sí, imagináos en burra... Ayer, para acabar un fin de semana al que como mínimo podría catalogar de pintoresco, me enteré de qué manera va a poner en mi conocimiento la intruder la falta de gasolina: parándose dónde y cuando le parezca bien, aunque sea en plena C32 y esten a punto de arrollarme.

El sábado por la noche, horror de los horrores, habían decidido como despedida de verano que no estaría mal hacer un "cremat" con su correspondiente cantada de habaneras. El mejunje estaba bueno, las llamas quemando el alcohol en la oscuridad, preciosas. El espectáculo (y no sé si decir "dantesco") lo dieron los reunidos allí cantando "La bella Lola" con trozos de papel de cocina cual si pañuelos fueran. Después del sábado "El meu avi" nunca sonará igual, os lo juro por Penélope Glamour.





Si aborrecéis la lluvia (y las previsiones para la semana acaparan la mayoría de los días de ésta), aquí tenéis a los que perpetraron el atentado contra el tiempo, el sentido de la afinación y el ridículo pillados "in fraganti".





Lamentablemente entre ellos estaban mis tíos y mi padre. Lo que hay que ver!


3 comentaris:

Scott St. James ha dit...

Countryside merry scenes!!!!!
Mi suegro es cantor de habaneras!!

Estuve yendo a trabajar en transporte público desde Mataró a Cornellá-World Trade C. durante mi trabajo en aquel sitio, y no me podía creer lo deficiente que era. Ya sabes, piensas "Catalunya, ok, eficiencia, modernidad, etc". Me quería largar de aquí, es increible lo que puede afectar a tu equilibrio. Lo peor la cara de jodidos de los demás pasajeros, supongo que como la mía. Bueno, de hecho una amiga de Euskadi no aguantaba más el transporte público y se volvió a Bilbao. Ya sabes como son, o blanco o negro.
petons

Kaos ha dit...

yo me planteé, antes de venirme a vivir aquí, el hacer cada día el recorrido en tren. Aunque en el lado positivo estaban las horas de lectura que podría aprovechar, desistí en favor de la rapidez, la comodidad (no me importa que llueva), pero, sobre todo, no tener que depender del maldito transporte público. Quizá si hubieran sido los ferrocatas habría pensado distinto, pero tratándose de Renfe, va de retro!!!

Tu suegro canta habaneras? en un grupo famoso?

Scott St. James ha dit...

Ya no canta, el grupo era Els Pescadors del Maresme. El grupo se disolvió hace años, pero de vez en cuando nos regala algún canto.