dijous, 4 de desembre del 2008

Palau de la Música

Acabo de llegar a casa después de más de tres horas de concierto.

Podrá no gustar a mucha gente (admito que al principio ponía sus canciones cuando mi estado anímico estaba a un tris del Harakiri), pero lo deprimente de algunos de sus temas no le quitan mérito.



Nos ha deleitado con historias, pocas canciones de su último disco y muchas de los pasados.



Una versión muy lograda de "l'Orage" de George Brassens y el "Hay que vivir", como despedida a Joan Baptista Humet, fallecido hace dos días.



La velada ha finalizado con "Pequeña criatura" y el Palau puesto en pie bailando "La extraña pareja".

"Brindemos por el amor y sus fracasos, quizas podamos escoger nuestra derrota..."

"Invéntate el final de cada historia, que el amor es eterno mientras dura..."