Con un poco de retraso por los atascos debidos a las obras, nos dirigimos hacia Donosti, después de recoger a Ana.
Monte Igeldo y el fuerte de San Marcial
La playa de la Contxa
Una de las maravillas de mi cámara con el zoom que me prestaron. Pero, cómo pesa la jodida!
Sagrado corazón. Monte Urgull
El centro de Thalasoterapia
Cyrano y Ana
A un lado de la calle Mayor, la iglesia de san Sebastián
Al otro, la Catedral del Buen Pastor. Según Cyrano, el cura debía tener a su cargo las dos parroquias, por lo que tenía que correr de la una a la otra, de ahí la cercanía de ambas...
La plaza de la Constitución, con un detalle curioso: todos los balcones están numerados
Kursaal, de Moneo. Qué feo es ese cubo ahí en medio, por dios!
Y aquí, una mariquita
Isla de Santa Klara, con un faro para pitufos
Frikis los hay en todas partes...
La imagen perfecta de la soledad
La verdad es que el buen señor llevaba los auriculares puestos y debía estar pasándoselo en grande.
La calle de Mari, principal diosa vasca, personificación de la naturaleza
Un Cervantes en potencia... tres fotografías para poder leer todo el texto
El restaurante donde comimos. Tenían una barra tan abarrotada y tan llamativa que no pude más que pedir permiso para hacerle fotos y me lo dieron encantados.
A que da hambre solo con mirarlos?
Marcha de San Sebastián o nuestro "Tamboriler del Bruc"
De camino hacia el Peine de los Vientos, se divisa la isla de Santa Klara y me pareció curioso esa especie de tobogán (uhmmm... qué malas ideas me vienen a la cabeza...)
Los pliegues de la pared son dignos de estudio
Los "bufadores". Qué susto me llevé al soltar el aire!
De esta foto me siento tremendamente orgullosa, la cortina de agua estrellándose contra el muro.
Las esculturas de Chillida
La prueba fehaciente de la fuerza del viento
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