dimarts, 28 de novembre del 2006

Horas de luz

Se va la luz
Enciendo una de las múltiples velas que pueblan mi hogar. No sé si el fallo está entre mis cuatro paredes, aunque lo dudo. Solo estamos el ordenador y yo enchufados a la corriente y todavía no soy capaz de provocar sobrecargas eléctricas.

A tientas recorro el infinito pasillo, tropiezo con uno de mis gatos, suelto un exabrupto y llego a la puerta de entrada. Aprieto el interruptor de la luz del rellano, que mi amigo Miralles ha señalado con un catadióptrico y que no sirve de nada, porque solo se refleja si lo enfocas con otra luz... pero el hombre lo hizo con buena intención, seguro. Tampoco funciona. Estupendo, es algo generalizado. Yo me joderé y no podré seguir con la charla que mantenía, pero los que ven a la Dell'Atte y a la nietísima ejecutar acrobacias rockandrolleras tampoco. Eso consuela un poco.

Seamos positivos. Vuelvo al comedor y me dedico a iluminarlo con todas las velas que hay, que no son pocas, más las que añado. Tenía olvidado lo mucho que mejora esta decoración alienígena con las llamitas moviéndose al compás de mi respiración.

Un poco de música? Joder, la cadena también necesita electricidad! Vale. Tengo recursos; mp3 con pila nueva. Y ahora, qué? Leer no, que acabaré con una graduación peor que la de mister Magoo. Entonces? A escribir.

Alguien me ha hecho pensar en la primera época del CQC cuando Wyoming y sus secuaces transgredían la pantallas. Parecía que no eras nadie si no te regalaban unas gafas del programa. Mi blog parece lo mismo. Pero como yo no escribo para un ente público ni menciono a quien injurio por el nombre y apellido, no correré la misma suerte que ellos y nadie podrá ponerme un pleito por difamación y sacarme la pasta aunque, por no poseer, ni el gas de los mecheros es mío, así que como no quieran lo que quería Shylock...

Y hablando de posesiones, leí por alguna parte que solo posees lo que te queda después de un naufragio. Si es así, por qué nos empeñamos en ser dueños y señores de alguien? Nadie pertenece a nadie, aunque algunos se empecinen en alquilar lealtades y afectos a golpe de talonario. Pero siempre habrá cosas que el poderoso caballero no pueda conseguir, por mucho que trueque mi tiempo por doblones en días laborables.

Hace ya un buen rato que ha vuelto la luz.

Otro instante para el baúl de los recuerdos...






"Ya sé que es el final, no habrá segunda parte
y no sé cómo hacer para borrarte"

Glory Box - Portishead