divendres, 10 de novembre del 2006

Rompiendo esquemas

Las diez no es la hora del ángelus pero si soy capaz de celebrar fin de año en noviembre y carnaval en julio, tanto da que cambie la hora de los rezos, no?
Podría insultar hasta la saciedad a mi círculo de amigos desde esta página que ellos ni se enterarían. Si se lo mando por mail, lo leen atentamente y algunas veces, cuando hiero susceptibilidades, hasta son capaces de responder. Pero abrir un explorer!!! Ardua tarea.

Sigo con mis christmas songs. Me voy haciendo a la idea, para que la navidad no me pille de sopetón y pase como siempre, que me quedo traspuesta. El lugar ideal para pasar estas fiestas sería una isla desierta, con temperatura primaveral y la canción del verano. Así quizá sería más fácil soportarlo.

Mientras David va a por servilletas, capto un instante de la conversación que mantiene por el móvil un transeunte; algo sobre una espiral en la que ha caído y de la que no puede salir...
Ayer, mientras esperaba sentada en un banco delante de la Illa, llamó mi atención el atuendo de un chico. Bambas rojas, pantalones horrendos y mal llevados, que dejaban ver gran parte de los calzonzillos de seda, camisa arrugada y corbata descolgada, todo en diferentes tonalidades de negro; vamos, que parecía le hubiera vestido el mismo que diseña los trajes de las azafatas del telecupón . Eso si, un reloj fashion, fashion, fashion. Tan mal gusto hizo que se me pusieran los pelos como escarpias.
Hoy un hombre me ha preguntado cual fue la primera impresión que me causó cuando le conocí. Está dentro de mis principios no contestar a semejante cuestión, pero en este caso lo he hecho con sumo placer. Adorable. Y cuanto más le conozco, más me reafirmo en ese juicio. Quedan muy pocos como él. Y aunque sea tan modesto como para no considerar que está entre ese 5% que las mujeres apreciamos (ya véis, él todavía acota más que yo que, siendo generosa, lo dejaba en un 15%), creo firmemente que merece formar parte de esa minoría. Si las féminas tuvieran más sentido común del que tienen, estarían haciendo cola a la puerta de su casa para pedirle matrimonio.
... Solo cuando he llegado al aeropuerto he recordado que no era buena idea estar allí a esas horas... Es todo un adelanto.


Easy to love - Julie London