dilluns, 25 de desembre del 2006

El cant de la Sibil·la



Por increíble que pueda parecer, un hombre le ha aplicado a mi orgullo un severo correctivo y me ha hecho bajar de golpe de ese altar inexpugnable donde tengo instaladas mis reales posaderas la mayor parte del tiempo. Posiblemente no sepa que lo ha hecho, pero debo estarle agradecida por enseñarme a no actuar con tanta presunción y dando las cosas por supuestas de aquí en adelante. Hace un año, o más, me lo habría tomado mal, muy mal, e incluso habría insistido para hacerme valer. Ya no. Mi perspectiva ha cambiado a positivo. Quizá no tenga denominación de origen como maravilla del mundo pero me siento como si lo fuera, y me importa un pimiento lo que opine el resto del planeta. Ahora, ni rezándole una novena a la virgen del kaos, que es la que tiene potestad para conceder favores, obtendrá los míos.

Quien recorre en nochebuena las calles de la ciudad a las 22:30? exceptuando los que profesan distinta religión, únicamente los descastados como yo. Porque, aunque haya muchos que no creen o no les gusta y/o bla, bla, bla, es de boquilla. Incluso los aliens que están aquí de paso se aglutinan para festejar algo. Es hermoso tener las calles para uso y disfrute particular, así que por mí, continuad celebrando.




Esta noche me he desplazado hasta Santa Maria del Mar a escuchar el cant de la Sibil·la. Para los iletrados, es una pieza de origen medieval que profetiza el fin del mundo. Supuestamente la soprano que lo canta (en la Bonanova, como tienen pasta, tenían a Mª del Mar Bonet) lo interpreta con una espada en la mano. Pues ya no vamos bien, porque ni espada ni palo de escoba.













Ya puestos, me he quedado a escuchar la missa del gall. Cuanta inspiración me ha proporcionado escuchar el sermón!. Versaba sobre creer en la navidad, la estrella que guió a los reyes magos, el pesebre y la ilustre familia.

El Halley es visible cuando pasa, pero tanto como para señalizar el camino? Un pesebre en medio de la nada? Se materializó para que ella pudiera dar a luz? Y, si Zeus tenía que metamorfosearse en cualquier cosa para tirarse a tanta diosa y tanta ninfa, cómo algo incorpóreo, que ni siquiera tiene identidad propia, porque forma parte de una trinidad, pudo dejar en estado a la virgen? Fue un caso de posesión infernal? Realmente era virgen? Si lo era, qué hizo José desde que se registraron como pareja de hecho? Le preguntó alguien qué pensaba sobre el tema? porque algo tendría que decir al respecto, no? O es que era un calzonazos? Y luego ni siquiera les dejaron escoger el nombre de la criatura; era el "padrino" quien cortaba el bacalao... Jesús, ya tenía conciencia desde pequeño de todo lo que se le avecinaba? si sabía todo eso y no podía contárselo a nadie, qué infancia más infeliz, el pobre. Tenía amigos? Por qué solo sabemos de él el día de su nacimiento (que no fue el 25 D) y ya no vuelve a aparecer hasta poco tiempo antes de su muerte? Dónde estuvo mientras tanto? Acaso lo metieron en un internado?


Después de todas estas preguntas, que iba apuntando a medida que el cura hablaba, creo que tengo las ideas más claras.

Hablando de ellos, debe ser condición sine qua non que, para meterse a cura sepan cantar? Imagináos a uno desafinando...


Lo más espectacular, por supuesto, la basílica. Sobria, austera y sin embargo, majestuosa.

No me extraña que Ildefonso Falcones escribiera sobre ella en el libro "La Catedral del Mar". Cuando suena la música, reverberan los sonidos en las paredes, dándole al lugar un aire intemporal.

Mi pobre abuela me pedía esta tarde que rezara un padrenuestro... No he querido desengañarla, a estas alturas la pobre mujer no está para herejías.

Un "Adeste fideles" mediocremente interpretado y para finalizar, el "andante e spiccato" de Benedetto Marcello, perteneciente a su concierto para obóe en Re menor.


En fin, que ya es Navidad.

Aunque digas no, se te ha hecho tarde...

Al lado del camino - Fito Paez