dimecres, 13 de desembre del 2006

Match Point

Mi diablo de la guarda, si es que me queda alguno que aún no ha huído despavorido, eso en lo que no creo y según dicen marca nuestras vidas o la conjunción de varios exoplanetas me han librado hoy de una buena. Mil veces prefiero haber estado cocinando para Aka que lo que me habría encontrado al otro lado de la puerta si hubiese ido a ayudar en ese eterno traslado. Veo, veo... algo que empieza por C. Un cocainómano/dipsómano? Si! Mejor no mentarlo, no sea que le piten los oídos y recuerde repentinamente que existo.

Me siento tan bulliciosa como el repiqueteo de un caballo jerezano al son de los doce cascabeles de Joselito. Recupero mi vida social dominical, mi espalda me lo agradece y mi estómago no da botes de alegría porque sabe que el resto de mi cuerpo se haría eco de ello, pero me comunica que ya empezaba a necesitar un descanso digestivo de antibióticos, antiinflamatorios, relajantes y calmantes varios. Para mi completa recuperación y felicidad solo falta agenciarme un utilitario y poder triscar a mi antojo por carreteras que no están en el mapa, con mi gorra italiana y mi escoba de recorridos cortos.


Saldría a bailar de mil amores si no fuera por las innumerables cenas de empresa que se celebran en estas fechas y los locales a rebosar de ejecutivos que parecen tener venia esa noche para transformarse en Bond, James Bond con su correspondiente licencia para ligar. Malditas empresas, que obligan a aguantar a los compañeros de trabajo también en fin de semana cuando podrían estar alegremente practicando slalom en su segunda residencia, sin olvidar a los churumbeles y la señora, claro. Quien cambiaría una noche familiar por cena marisquera, copichuelas y un quién sabe con esa secretaria que te pone ojitos tiernos? Si es que... vaya ideas las mías. En fin, que bailaré en casa y lo de salir lo dejaremos para las rebajas.

Cómo se llama el ser que sufre un complejo de inferioridad, lo enmascara con uno de superioridad y éste lo encubre con otro de inferioridad? mentecato. Es lo malo que tiene poseer un gran angular. De un solo vistazo lo abarcas todo y puedes formarte una idea de lo que vendrá a continuación. No hace falta entrar en detalles. Si además el tipo desprende un tufillo a rancio mejor te escabulles por la primera vía de escape que encuentres, como una llamada urgente de tu mejor amiga (a la que previamente le habrás enviado un sms de sos). Poco honesto pero eficaz. Aunque los peores son los ya petulantes, prepotentes y pretenciosos de por sí sin el vis a vis...


Rastros de tí,
están encadenados
siguen aquí
te los dejaste olvidados

Last Dance - Donna Summer