divendres, 6 d’abril del 2007

Executive Decision

Al mirarme al espejo esta mañana he creído detectar un cambio en mi persona; algo parecido a branquias y aletas debido a la cantidad de agua. Será un principio de mutación? Entre los personajes de la Marvel, había algún anfibio?

A algunos, cuando leen un libro o ven una película, les cuesta más que a otros la comprensión del argumento (hay quien todavía pregunta de qué va Akira). Con los hechos pasa lo mismo.

Todos hacemos cosas por algún motivo, sea este cual sea y creamos o no estar en posesión de razones fundamentales y/o fundamentadas para actuar de tal o cual forma. Sería estupendo que, aunque solo sea para entender mejor a los demás, nos preguntáramos el por qué se procede así. Según los investigadores del comportamiento, cuando tienes la respuesta a esa cuestión, se resuelven todas las incógnitas, por complejas que puedan ser. Claro que a veces se cae en los extremos, se barrunta demasiado o, lo que es peor, no se utilizan para nada esas células grises; ya se sabe, de donde no hay...

Normalmente mis actos suelen estar profundamente meditados, al igual que mis palabras. Si enciendo hogueras es con premeditación y alevosía, con la esperanza, a veces altamente improbable, de provocar una catarsis en mentes adocenadas y despertar sensibilidades en gente en la que la sensibilidad brilla por su ausencia. Tal vez no siempre alcance la meta que me he propuesto, pero quizá en este caso no sea tanto el conseguirlo como el intentarlo, al menos nunca podré reprocharme no haber puesto cuanto estaba en mi mano para remover algunas conciencias. Se trata precisamente de eso.


Sigo en el Inferno, aunque dentro de nada empezará la temporada en el Purgatorio para pedir plaza en el Paraíso.