dimecres, 15 d’abril del 2009

A window to the sky - Parte 3

Culturizarse es caro.

El viernes por la mañana, pese a la lluvia, fuimos de nuevo a Barcelona para intentar acabar la ruta Gaudí. Pero no éramos los únicos con esa intención. Para entrar en la casa Batlló la cola daba la vuelta desde el passeig de Gràcia hasta la calle Aragó, así que dejamos la visita para otra ocasión y nos metimos en el museo egipcio.

Aquí no permiten fotos, hay mucha luz y la seguridad es casi peor que la de la capilla sixtina, así que me porté bien y no saqué la cámara. Claro que tampoco os gustaría mucho ver huesos enfermos y cráneos con trepanaciones, que los había a porrillo debido a la exposición temporal "Esquelets malalts" estudiados por la paleopatología. Había otra mucho más interesante "Sarcòfags de l'antic Egipte", con unos ataúdes de lo más pintoresco, que se parecían a las matrioskas rusas.

El museo en sí no está mal, aunque sigo opinando que la entrada, muy económica no es.

Salí de allí con una pregunta crucial rondándome la cabeza: cómo se lo hacían para dejar una nota tipo post-it, diciendo -voy a por tabaco y vuelvo-? con el tiempo que tardarían en pintorrajear tantos signos, a quien iba dirigida la nota seguramente ya habría llegado de sobras para decírselo en persona...

El recorrido por las cuatro plantas del museo nos tuvo entretenidos toda la mañana y al mediodía nos desplazamos hacia la Sagrada Familia. Ya podía llover a cántaros o caer chuzos de punta, que los guiris no pensaban dejar de hacer cola, por lo que pensamos que lo mejor era ponernos a cubierto y aprovechar para comer.

Mientras él escribía sus impresiones sobre el periplo del día anterior, yo me dedicaba a observar a la gente que había sentada a mi alrededor en la pizzería. Lo más cercano que tenía era una pareja que no hablaban y, cuando lo hacían, era para que él, en tono más bien paternalista, la riñera porque se le había caído un trozo de comida. Desde mi perspectiva, él tenía una forma bien extraña de masticar, nada agradable de ver, por cierto.

Captaba conversaciones sobre llantas de 17" en coches en los que no vienen de serie y que si Raúl es un dinosaurio. Era la interlocutora contra los otros cuatro comensales. Hablaba con pasión de todos los temas que aparecían en la sobremesa. Pero se acabaron marchando y me quedé sin distracción.

Qué puedo decir de la Sagrada Familia que no haya dicho antes? Tampoco hace tanto que realicé un estudio bastante pormenorizado sobre ella. Ah si! que los de prosegur no te dejan tumbarte demasiado rato para hacer fotos, ni subirte al muro ni nada que ponga en peligro tu seguridad y, de paso, que puedas denunciarles por algún tipo de negligencia.

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La parte interior estaba más despejada que la última vez, mostrando a los incrédulos que las obras avanzan.

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Como siempre, el ascensor fuera de servicio y las escaleras para subir, inoperantes.

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Otra casualidad. Cuando anteriormente estuve allí, encontré a una niña con las bamba/patin, y esta vez, aunque no fue exactamente en el mismo lugar, también nos encontramos con unas niñas utilizándolas. Evidentemente, volvió a darme el capricho de tener unos chismes de esos para deslizarme. Son mis neuronas; unas veces resbalan y otras, directamente, patinan.

El plano del "who is who"

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Unos cuantos cuadrados mágicos

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El "tenebrarium" que, en el castillo de drácula quizá si lo encontraríamos tenebroso, pero en este ambiente solo se te ocurre pensar - porque no me cabe en el bolso, que si no...-

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El beso de judas

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Y el curioso detalle de la lanza de Longino, que no cabía y tuvieron que perforar la piedra.

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Por supuesto, otro día para recordar y cansada hasta el tuétano.

El sábado, por suerte, tuvimos día tormentoso, así que no nos quedó más remedio que quedarnos en casita.

Que qué hicimos el domingo y el lunes? Ver "El décimo reino".