Que qué deseo para el nuevo año?
Gente que sea capaz de compartir, no
solo las penas y las críticas, sino también las alegrías. Gente
que sea capaz de decir – lo siento – o de pedir perdón. Gente
sin complejo de únicos e indispensables. Gente que no se comporte
como si fueran mejores que todos los demás. Gente sin vanidad,
humilde, que realmente se preocupen por sus semejantes. Gente que si
no está de acuerdo con algo, tenga la sana y constructiva costumbre
de opinar, de decir lo que realmente piensa en lugar de seguir la
corriente u ofrecer falsas excusas para continuar lamiendo culos de
personas en las que no creen.
Todo ésto debería ser lo cotidiano,
incluso rutinario pero se ha convertido en algo tan imposible que
encabeza la lista de deseos junto con que me toque el euromillón o
un contrato indefinido en una empresa estable.
Porque me da la sensación de que ahora
mismo no conozco a nadie con éstas características. El que no
despelleja a otro por la espalda pone buena cara a todos y consigue
ser tan azucarado como una dosis letal de insulina.
Y qué decir de las mentiras, los
chantajes emocionales, las obligaciones... desde cuando la amistad es
un trabajo donde hay que fichar?
Os cuento una historia:
Erase una vez dos amigas. Solo que no
entendían la amistad de la misma forma. Para evitaros una larga y
tediosa lista de desencantos, decepciones y discusiones estúpidas,
iremos directos al final del culebrón. Un día una de ellas recibe
un mensaje desde el teléfono de la otra diciendo que está muerta.
Podéis imaginaros el drama. Cual no sería la sorpresa cuando horas
después la supuesta “fallecida” se comunica con la amiga, y en
lugar de pedir disculpas por todo el dolor causado (por ella o algún
otro) se muestra orgullosa y altiva (en su línea habitual). Ni una
sola palabra de arrepentimiento. Y cuando la otra decide poner fin a
la amistad, el mensaje que recibe es una ordalía de orgullo tipo
-estoy encantada de conocerme a mí misma y no encontrarás a nadie
como yo porque soy lo más mejor que le puede suceder a nadie en la
vida- Realmente, confiaríais otra vez en esa persona?
Colorín colorado, el año se ha
terminado y las uvas nos hemos zampado.
5 comentaris:
Está bien jodida la cosa, sí.
Muy complicado, sofisticado e imposible.
No sé que te deparará el nuevo año ni sorpresas te traerá, no lo sé, pero eso sí, sigues sin ser capaz de devolver lo que no te pertenece. Muy bien.
Una historia tiene dos lados: Me gustaría oír al otro, si eso era posible. O mejor.. Si pudieras oír el otro lado...
David, si no tienes nada mejor que decir, deja de incordiar.
El otro lado tuvo la oportunidad (de hecho tuvo varias) de decir simplemente "siento que hayas tenido que pasar por éste mal rato" pero no lo hizo en ningún momento. Eso era todo lo que yo quería escuchar. Y después fue demasiado tarde.
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